El reciente incidente, que se volvió viral, en el que el ex funcionario de la administración Obama, Stuart Seldowitz, acosó e intimidaba a trabajadores comunes y corrientes dentro de un camión de comida ha tocado una fibra sensible. No sólo puso de manifiesto la quiebra de la política estadounidense en lo que respecta a Israel y Oriente Medio, sino también la coherencia de esta política en todas las administraciones. Tanto republicanos como demócratas. Para los afroamericanos, es una confirmación más de que Obama, en lugar de ser la segunda encarnación del Camelot de la era JFK, era Bush Jr. light. Que Obama pueda recibir consejo de un hombre como Seldowitz es más que inquietante, pero sí sorprendente y desconcertante si uno acepta la narrativa sobre Obama impulsada por el establishment político. Resulta que Obama no fue menos fiel servidor del Imperio y la Oligarquía que todos los presidentes que lo precedieron y los que le siguieron. ¿Quien sabe? La gente que lo sabía como yo lo hacía. Pero yo divago. Se trata de Seldowitz.

Muchos comentaristas están descartando a Seldowitz como simplemente un fanático lunático y odioso. Pero el hecho de que la policía nunca se presentó cuando la llamaron muestra que hay algo más siniestro debajo de los pies. Por muy odioso que sea, ¿por qué de repente, al azar, empezaría a acosar a la gente? Me parece que es claramente un agente provocador con la misión definida de sembrar división y odio. Es por eso que la policía probablemente nunca apareció. Saben quién es y cuál es la misión. En un comentario publicado originalmente debajo de un diálogo entre Brian Berlectic y Danny Haiphong, señalé:

“Sería cauteloso a la hora de subestimar a las personas que en la superficie dirigen el Imperio. Estas personas son marionetas. Detrás de ellos se encuentra una oligarquía rapaz que ha visto cómo su edificio socioeconómico cuidadosamente construido se erosiona gradualmente. Cualquiera que sea su aspectos de personalidad, esto en sí mismo es más bien una magnificación, en la forma de las peores formas de reacción y atraso que surgen en individuos como Seldowitz, de la crisis que ha estado afligiendo al capitalismo desde mediados de los años 60, marcada por el asesinato de Kennedy y más adelante por la abandono del sistema Bretton-Woods. La fea cara expuesta del imperialismo es el punto final de un largo arco de decadencia del capitalismo mundial. Esta es una de las razones por las que no creo completamente en el llamado multipolarismo, que en realidad es simplemente la división del mundo en campos opuestos en guerra.

El capitalismo chino y ruso no será más inmune a la crisis del capitalismo que su contraparte occidental. Es simplemente una cuestión de en qué punto del arco de la crisis se encuentran en un determinado punto. Las razones por las que el capitalismo occidental ha recurrido a la guerra son las mismas razones que Marx, Trotsky y Lenin describieron en varios trabajos y que pueden resumirse en que un sistema centrado en las ganancias, cualesquiera que sean sus pretensiones, no puede escapar a la tendencia de la tasa de ganancia a caer, la una concentración cada vez mayor de la riqueza en cada vez menos manos con la tendencia concomitante hacia la monopolización y los desastrosos efectos en cascada que se derivan. La guerra y la hegemonía son la respuesta natural a la crisis endémica del capitalismo. En este sentido, la élite occidental entiende el capitalismo mejor que sus rivales chinos y rusos. Al igual que los Highlanders, entienden que sólo puede haber Uno”.